Grandes marquesinas con anuncios de la Pascua católica, puedo entender la base del comportamiento humano y sus flaquezas. Nunca entenderé la apología de la salvación “por la cara”. Entiendo que se pueda celebrar una resurrección, pero exhibir de forma obscena que puedes “salvarte” es una incitación a pecar, en este caso a robar. En sociedad hay que evitar los comportamientos que dañen al prójimo y si hay que morderse la lengua o no adquirir el último modelo de móvil, se hace. Robemos sin límites, al fin y al cabo acabaremos siendo perdonados, ese es el mensaje que me transmite esa marquesina situada junto a un colegio.