Edificio que sorprende por su arquitectura, se encuentra pared con pared con el antiguo palacio de justicia y la “ampliación” es sorprendente desde el punto de vista de la arquitectura conceptual. Dentro de cada una de las seis vasijas construidas en madera, hay una sala de juicio
Lo vi en Burdeos y me pareció horrible. La madera desgastada y oscura, el vidrio, la escalera de acceso ordinaria cual entrada de metro, las estructuras de metal aportan caos al conjunto. Además, está muy mal ubicado en la ciudad, por el frente solo se puede apreciar parcialmente. La fachada, tapada (¡e integrada!) al edificio feo y súper tradicional de la escuela de la magistratura, impide la visión del edificio. A la vista, el conjunto resulta francamente agobiante. Parece una fábrica de cerveza con toneles de elaboración. Nada qué ver con la elegancia y belleza del edificio de Sevilla. Ahora que veo las salas en su interior… ¡Dios mío, qué agobio!, es como estar metido en una cápsula espacial. Debe ser desesperante hacer un juicio allí. Innovación y atrevimiento no siempre es belleza.