Personalmente no soy muy amante del oro (aparte de servir como pocos, para inversiones de alto valor concentrado) El mundo del arte y en especial del arte religioso abusa sin piedad de él para impresionar a fieles y ajenos.
Personalmente no soy muy amante del oro (aparte de servir como pocos, para inversiones de alto valor concentrado) El mundo del arte y en especial del arte religioso abusa sin piedad de él para impresionar a fieles y ajenos.